Seamos realistas. Ahora más que nunca la mayoría de nosotros tenemos demasiadas cosas pendientes. Con un flujo constante de actualizaciones, fechas de vencimiento y listas de tareas pendientes, el conseguir no estar abrumado por todo lo que nos rodea parece ser difícil de evitar. El volumen total de cosas en nuestra mente puede parecer una carga pesada también. El sólo hecho de mantener todo en orden es un desafío. A menudo gastamos demasiada energía en cosas que están fuera de nuestro alcance. Sin embargo, hay dos herramientas que podemos utilizar para descubrir dónde debemos poner nuestra atención y qué hacer a continuación:
1. El círculo de influencia
El primer método de enfoque, el círculo de influencia, proviene de Stephen Covey y su libro ¨Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva¨. En el libro el Sr. Covey explica que a menudo nos preocupamos y pensamos mucho más allá de lo que realmente controlamos. Este hecho nos lleva a insistir de una forma reactiva que nos obliga a estar por debajo de nuestro rendimiento. Más bien, él nos anima a preocuparnos por aquello en lo que tenemos mas influencia en nuestras vidas y prestar nuestro foco de atención allí.
Para ilustrar este punto coge un pedazo de papel y dibuja dos círculos concéntricos (el resultado final se verá como una rosquilla con un círculo grande y uno más pequeño en el centro.) En el círculo más grande escribe las palabras "Mi círculo de preocupación. " En el círculo central más pequeño, escribe "Mi círculo de influencia."
A continuación, toma tu tiempo para escribir todas las inquietudes o preocupaciones que tienes en tu mente en el círculo apropiado. Por ejemplo, si estás preocupado acerca de la opinión negativa de tu jefe, eso iría en el interior del círculo de preocupación. Tu no puedes cambiar la actitud de tu jefe, ni puedes obligarle a actuar de una manera determinada. Así que aunque esto te preocupe muy profundamente, no tiene por que ser el centro de tu atención.
En lugar de ello, tu puedes determinar cuál es el nivel de influencia que puedes tener sobre la situación. Tal vez puedes anticipar tus necesidades para una próxima reunión y que esto te facilite la información que buscas. O bien, si realmente no hay salida a un problema, todavía podrías influir cuál sería tu reacción a su negatividad, decidir no aferrarte a cualquier daño, o incluso buscar un nuevo trabajo.
Otros aspectos, como iniciar un pequeño negocio, se quedarían dentro de tu círculo de influencia. ¿Necesita financiación? Eso caerá bajo el círculo de preocupación, pero tu propuesta de negocios y trabajo en red de los inversores sigue estando dentro de tu control.
Al vivir de tu círculo de influencia (tu parte proactiva/dinámica), en lugar de su círculo de preocupación, (la parte reactiva), encontrarás que tu círculo interno puede crecer. Cuando la gente confía en ti y te ve como una persona estable, en la que poder confiar, que no se deje llevar por situaciones difíciles y nunca esta fuera de su control, podrás encontrar que más gente va a confiar en tus pensamientos e ideas para sus propias vidas.
2. Tarjetas de Preocupaciones
Otra manera de desentrañar sobre lo que tienes control y qué hacer a continuación es crear lo que yo llamo "tarjetas de preocupación. " Sólo hay que cortar un pedazo de papel en cuadrados pequeños y escribir una sola preocupación en una sola hoja de papel. Puedes descubrir que tienes 12 tarjetas de preocupación o 32 , dependiendo del volumen de las cosas que más te preocupan.
Si tus preocupaciones abarcan diferentes partes de su vida, es posible que quieras a continuación subdividir las tarjetas de vocabulario en cada categoría. Puedes encontrarte con problemas personales, relaciones difíciles, estancamientos en tu carrera, o en categorías financieras. Echa un vistazo a cada categoría de preocupación de una en una. Cuando se mira en la categoría de problemas personales, se comprobará si la preocupación cae en cualquiera de estas tres etiquetas :
- No puedo controlar ...
- Yo puedo controlar ...
- No es cierto, nunca más ...
Las probabilidades son que halla unas cuantas preocupaciones de cada categoría que caigan bajo estas tres etiquetas. En la parte posterior de las tarjetas de "No puedo controlar " escribe lo que quieras, meditar, rezar o esperar en esa situación. En la parte posterior del "Yo puedo controlar", escribe algo que puedes hacer hoy/ahora bajo esas circunstancias. En el reverso de las cartas "No es cierto" escribe por qué esa preocupación ya no es válida o necesaria. Continua con este proceso a través de cada categoría hasta que todas las tarjetas de preocupación tengan una respuesta en la parte posterior de la tarjeta de acuerdo a sus etiquetas.
A continuación, el momento de ordenar. No dudes en desechar las cartas de "No es cierto, nunca más"y tirarlas a la basura - que ya no son dignas de su atención . Para la pila "No puedo controlar ", no dudes en reflexionar sobre todo deseo / esperanza / o rezar para mejorar estas situaciones. Y por último pero no menos importante, las cartas restantes del "Yo puedo controlar¨ ponlas en orden de importancia según lo que puedas hacer hoy con ellas - a partir de ahora .
Este nuevo orden de las tarjetas, con las acciones de la cara hacia arriba, es realmente todo lo que necesitas para guiar tus pasos y pensamientos durante el resto del día. Si tu mente empieza concentrarse de nuevo en alguna de las preocupaciones que has desechado, simplemente recuerda la esperanza acerca de tu nueva situación o incluso recuerda la razón por la que ya no es verdad y vuelve tu atención a la acción del ahora.
Aunque todos vamos a encontrarnos de vez en cuando distraídos con cosas fuera de nuestro círculo de influencia o preocupaciones que no podemos controlar, siempre podemos volver de nuevo a estos ejercicios para darnos perspectiva y claridad. No es lo que nos pasa lo que determina nuestro éxito, es la forma en que manejamos lo que hacemos lo que determina el resultado.
Este post ha sido aportada por Jess Lively, consultora y blogger
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