Para algunas personas es volar o hablar en público. Para otros es el compromiso, conocer gente nueva, o valerse por sí mismos en el trabajo. Todos tenemos esa ansiedad que hace temblar a nuestras rodillas incontrolablemente, y es a menudo el desencadenante que hace que nos enfrentemos a nuestros propios miedos para hacernos más fuertes. Eleanor Roosevelt dijo la famosa frase: "Cada día que pase, haz una cosa que te asusta," y seguramente estaba en lo cierto.
No deberían ser nuestros temores, sino más bien la forma en que elegimos como hacerles frente lo que nos define a cada uno.
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